Talavera, un viejo caserío localizado en la zona conocida como Lomo de los Cardones, debe su nombre a Pedro de Talavera, conquistador de Tenerife y dueño de todos estos parajes. Era un lugar donde moraban antiguos campesinos cuyo sustento se atribuía a la recolección de productos del campo.

Poseía sólo dos casas habitadas, que muestran importantes antecedentes arquitectónicos de tipo rural en la isla. Éstas se distinguen por la construcción de graneros, pajales y corrales, anexos a las casas y edificados en atalayas. El tejado a dos aguas, los muros de piedra o de tosca, la orientación y disposición de los huecos de las puertas y escasos ventanucos, son elementos distintivos de esta peculiar arquitectura.

El caserío se completaba con un cuarto pequeño para el único burro, algunas cercas de piedra, un par de eras, en las que se trillaba el trigo, algunos pozos y la cueva de la hierba seca. Actualmente quedan algunos vestigios de aquellas construcciones, y muchas de sus huertas se encuentran cubiertas por extensas masas de vegetación de fayal-brezal y un pinar de repoblación (Pinus radiata).

Suele ser habitual en este punto observar en vuelo una pareja de aguilillas que acompañan al senderista en este tramo. Durante el recorrido observamos diferentes topografías, alternando terrenos de piedra de firme regular con otros de firme irregular, pero donde las subidas acusadas constituyen la característica del sendero.